Hacia principios de abril empezará su actividad uno de los mataderos más grandes de Europa en Binéfar (Huesca). A pesar de todos los esfuerzos que se están realizando para impedirlo mediante el activismo, las instalaciones están construidas y se está formando ya a los empleados. Y por supuesto, no hay ni un sólo argumento consistente para la existencia de tal infraestructura.
En primer lugar, se habla del número de puestos de trabajo que generará. Pero, de lo que en realidad se trata es de la explotación de migrantes, puesto que la compañía es de Piero Pini: empresario italiano con varios mataderos más por el continente que salió esposado, en 2016, del que tenía en Polonia, por fraude fiscal y blanqueo de dinero. Lo que también se destapó fueron las condiciones de explotación laboral que sufrían les trabajadores. Por tanto, los 1600 puestos de trabajo digno tan esperados para una zona despoblada, presentan dudosa credibilidad. Todo ello sin contar con los riesgos laborales, tanto físicos como mentales, que conlleva dedicarse a ese trabajo.
Pero por supuesto esto no acaba aquí. Se le suman los enormes problemas medioambientales. La industria cárnica es una de las principales causas del cambio climático al usar combustibles fósiles, producir metano, el gran consumo de agua y de territorio que implica, la cantidad de residuos que se generan, etc. Sólo por poner algunas cifras: una instalación de ese calibre supone un gasto de 50.000 m³ de agua al día, contribuyendo todavía más a las irreversibles sequías que amenazan año tras año a campos, bosques y ciudades. Por si esto no fuera suficientemente escandaloso, se calcula que se producirán, por ejemplo, 126 toneladas de Co2 diarios y 1.300.000 m³ de residuos al año.
A pesar de todo esto, el proyecto sigue en marcha con su objetivo de matar hasta 32.000 cerdos diarios. Pero es que no hay cabida a semejante barbaridad porque, después de las miserables vidas que llevan estos animales hacinados en las granjas, son transportados en condiciones terribles durante horas, sin agua ni alimento, para ser asesinados sin ningún tipo de reparo. Los cerdos pueden vivir entre 10 y 15 años, pero se les priva de la oportunidad de disfrutar de sus vidas entre los 6 meses y los 3 años, en función del uso al que los destinen. Y todo ello ¿por qué? Por el placer efímero del paladar y por los innumerables usos de los que se lucra la industria en general. Estamos hablando de animales con la inteligencia emocional de un niño de 3 años. Al igual que los otros animales, por ejemplo perros y gatos, sienten angustia, pavor, no sólo en la tortura y la muerte sino, también, sicológicamente. Son seres sintientes que sufren igual que nosotres. Pero también pueden sentir la alegría y el cariño. No lo olvidemos nunca. No dejemos de luchar.
Fuentes y más información:
https://www.publico.es/…/pini-rebelion-planta-violencia-esc…
https://www.eldiario.es/temas/piero_pini/
https://www.literameat.eu/
http://www.granjasdecerdos.org/informe/explotacion/mataderos
https://www.facebook.com/events/1051534041698428/
https://www.facebook.com/StopMacromataderodeBinefar/