el grupo

Proponemos la antropología de la vida animal para estudiar las relaciones que establecemos con los animales y en especial los domesticados, pero también las relaciones que los animales establecen con los humanos. Desde esta perspectiva bidireccional y amplia sobre las relaciones que mantenemos con los demás animales es pertinente investigar la domesticación desde una perspectiva antropológica, biológica e histórica.

Oznor, por Mara Martínez Morant

La perspectiva que tomamos se incluye dentro del etnozoologia, una subdisciplina de la antropología, que iniciada a principios del siglo pasado en Estados Unidos, fue definida como la zoología narrada por los indígenas de una región particular. La etnozoologia en la actualidad puede ser definida como un estudio transdisciplinar sobre las creencias, los sentimientos, los comportamientos y las relaciones entre las poblaciones humanas y las otras especies que incluyen los ecosistemas, como los urbanos. La etnozoologia trata del lugar que ocupan los animales en cada cultura y de la lógica que gobierna las relaciones que se establecen. Queremos añadir a este conocimiento, la necesidad ética de contribuir a mejorar las vidas de los seres con los que compartimos la vida en el planeta. Por ello, el foco de interés de los estudios que iniciamos focalizan en el reconocimiento del animal como el otro, una alteridad que tiene un significado que nos configura, constituye y acompaña de varias formas.

El poder humano impacta en las vidas de los demás animales de diferentes maneras. Las relaciones de poder, violencia y dominación han guiado y configurado relaciones y situaciones de profunda desigualdad con los animales no humanos. Desde esta lógica se puede establecer el punto de partida de la relación entre el feminismo, como movimiento de liberación de las mujeres, y el movimiento de liberación de los animales. Ambos tipos de opresión mantienen puntos en común vinculados con la forma dicotómica de entender las relaciones entre la naturaleza y la cultura, y el consecuente desarrollo de las relaciones jerárquicas que se producen y que ordenan los diferentes mundos culturales.

Los animales domésticos, y sobre todo los industriales, son entendidos y descritos como objetos pasivos y bienes de uso y consumo, modelados por el ser humano, mientras que las especies llamadas de compañía, a menudo son antropomorfitzades y sujetos a la vida de los afectos y desafectos particulares. Se ha considerado que estos animales son seres que se rigen por su constitución genética y no por los hechos que acontecen en su experiencia cotidiana. En general, los animales domésticos son entendidos como seres aislados, individuales, sin experiencia biográfica ni relaciones sociales con otros miembros de su especie. No han sido considerados ni seres culturales ni sociales, ni con un sentido biográfico particular, salvo algunos casos muy especiales en la literatura. Pero los animales tienen experiencia individual y colectiva, como individuos y seres sociales que son. Y es que el reconocimiento de la continuidad entre humanos y otros animales produce un temor al antropomorfismo. Sin embargo, este temor cada vez va siendo menor y desde estos primeros años del siglo XXI, la filosofía, la antropología, la biología y el derecho, entre otras disciplinas, comienzan a mirar los animales bajo el foco de una nueva sensibilidad que considera sus capacidades, necesidades, sensibilidad y derechos. Desde la antropología de la vida animal, nos preguntamos cómo son las relaciones que mantenemos con los demás animales y qué sabemos.

Los OBJETIVOS que nos proponemos son:

– Producir un corpus de conocimientos sobre las relaciones culturales (sociales, familiares, afectivas, protección, económicas, rituales, etc), que mantenemos con los demás animales.

– Propiciar y crear un espacio de reflexión multidisciplinar en torno a los usos de los animales, desde una perspectiva ética y los derechos de los animales.

– Crear un archivo de datos etnográficos sobre el papel de los animales en diferentes culturas.

– Contribuir, a través del conocimiento, mejorar la convivencia y responsabilidad individual y ciudadana con las especies que conviven y habitan en la ciudad.

– Investigar la explotación de las mujeres y la explotación de los animales como parte del mismo sistema de opresión.

– Revisar las perspectivas teórico-prácticas que vinculan el movimiento feminista y el movimiento animalista.

METODOLOGÍA:

– Impulsar la autoformación.

– Difundir la existencia del grupo y promover la participación.

– Desarrollar propuestas y proyectos de investigación.

– Realizar reuniones mensuales.

– Actividades,

– Presentación del grupo y propuesta de participación e implicación.

– Realización de jornadas, seminarios y congresos.

Somos un grupo de trabajo adscrito al Institut Català d’Antropologia.

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